El Gobierno está implementando lo que se conoce como «oposiciones light» con el objetivo de simplificar el acceso para los candidatos y priorizar las aptitudes y actitudes sobre la memorización de contenidos. Esta medida, anunciada por Miguel Iceta en 2021 cuando ocupaba el cargo de ministro de Política Territorial y Función Pública, busca reducir significativamente la carga memorística de los exámenes y simplificar el proceso de selección.
Como parte de esta iniciativa, se reducirá el número de pruebas, se acelerarán los procesos para disminuir el tiempo desde la convocatoria de plazas hasta su ocupación, y se desplazará lo que se considera el «modelo tradicional» en el Ministerio de Función Pública. Además, esta medida permitirá a los aspirantes realizar una selección más estratégica de qué parte del temario estudiar y cuál no.
Este nuevo modelo de oposiciones se aplicará en diversas áreas, como por ejemplo en el Cuerpo Superior de Gestión Catastral, donde los aspirantes a promoción interna deberán estudiar 34 temas menos que antes. También se implementará en el Cuerpo de Médicos Inspectores de la Administración de la Seguridad Social, donde se eliminarán los exámenes orales tanto en promoción interna como en turno libre, además de reducir el temario.
Estas medidas han suscitado controversia entre aquellos que opinan que se está disminuyendo el nivel de exigencia de las oposiciones, lo que podría comprometer la calidad de los funcionarios públicos que acceden a sus cargos mediante este proceso de selección.
Los Inspectores de Hacienda del Estado y la Federación Española de Asociaciones de los Cuerpos Superiores de la Administración Civil del Estado (Fedeca) han expresado su preocupación en varias ocasiones. Ambos organismos señalan que estas facilidades pueden resultar en profesionales menos capacitados y, en última instancia, en una prestación de servicios de menor calidad para los ciudadanos.
El Gobierno argumenta que la simplificación de las pruebas y la reducción del tiempo de formación facilitarán el acceso a puestos de alto nivel en la Administración a candidatos que no provienen de familias con alto poder adquisitivo. Señala que, tradicionalmente, solo aquellos con recursos económicos elevados podían permitirse dedicar meses o incluso años exclusivamente al estudio para preparar una oposición.
«Degradación del Estado»
María Foret Pastor, vicepresidenta del Sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social, enfatizó la importancia del sacrificio en el proceso de oposición, reconociendo que a las nuevas generaciones les resulta difícil dedicar tres o cuatro años al estudio intensivo. Según ella, la oposición implica tres aspectos esenciales: el esfuerzo, la técnica y la ilusión.
Al igual que sus colegas, Foret destacó la importancia de la habilidad para la comunicación en un alto funcionario, argumentando que es crucial saber hablar y expresarse adecuadamente. Además, defendió la necesidad de mantener la capacidad memorística, que considera fundamental, y expresó su oposición a los exámenes prácticos y de tipo test.
Ventajas de las oposiciones light
Las oposiciones light presentan varias ventajas para los aspirantes a puestos en la Función Pública:
1. Accesibilidad para diversos perfiles: Las oposiciones light están diseñadas para ser más accesibles para una variedad de perfiles, lo que significa que personas con diferentes niveles de experiencia y habilidades tienen la oportunidad de competir en igualdad de condiciones.
2. Reducción del estrés: Al contar con menos material de estudio, los aspirantes tienen menos presión y más tiempo para dedicar a otras actividades además de la preparación para el examen.
3. Menor presión durante el examen: Las pruebas suelen ser más simples y directas, lo que reduce la presión y el nerviosismo durante el día del examen. Esto puede contribuir a aumentar la confianza del aspirante y mejorar su desempeño.