OPE son las siglas de «Oferta Pública de Empleo». No obstante, la normativa suele hablar más bien de «Oferta de Empleo Público», es decir, OEP. En cualquier caso, nos estamos refiriendo a lo mismo.

Así, la Oferta de Empleo Público, OEP u OPE, es el instrumento o documento que utilizan las diferentes administraciones públicas para recoger sus necesidades de incorporación de personal en un período determinado.

En otras palabras, se trata del tipo y número de plazas que necesitan cubrir en el futuro próximo.

Podemos resumir las principales características de la OPE en los siguientes puntos:

  • Es un instrumento legal donde una administración recoge sus necesidades de recursos humanos.
  • Se refiere a un período de tiempo determinado. Lo habitual es que cada administración publique, al menos, una OEP anual.
  • Debe publicarse en un diario oficial (BOE, diarios oficiales de las comunidades autónomas, boletines provinciales, etc.). Por ejemplo, el Estado acaba de publicar su Oferta de Empleo Público para 2020 (BOE de 27/10/2020).
  • La OPE debe ejecutarse o desarrollarse en un período máximo de tres años (artículo 70 del texto refundido del Estatuto Básico del Empleado Público, TREBEP).
  • Para ejecutar la Oferta de Empleo Público, la administración debe convocar un proceso selectivo (oposición o concurso-oposición, habitualmente).

 

Diferencia entre OPE y oposición

Ahora que ya sabéis qué es una OPE, es importante que tengáis clara la diferencia entre OPE y oposición.

Aunque ya hemos apuntado algunas claves en el apartado anterior, vamos a identificar de forma clara y detallada estas diferencias:

  • Publicación previa: La publicación de la Oferta de Empleo Público (OEP) es un paso previo para convocar una oposición. No pueden convocarse plazas que no se hayan incluido en la OEP con anterioridad.

  • No es un proceso selectivo: La OPE no es un procedimiento de selección de personal. Por tanto, con la publicación de la Oferta de Empleo Público, todavía no podréis inscribiros en ningún proceso selectivo.

  • Proceso selectivo: Por el contrario, la oposición sí es un proceso selectivo. Es decir, en la oposición se trata ya de seleccionar a los mejores candidatos para desempeñar un puesto de empleado público (ya sea funcionario o laboral). Para ello, se publica una convocatoria que incluye las bases en las que se describe todo el proceso:

    • Tipo y número de plazas a las que se refiere (que serán las previamente incluidas en una OPE).
    • Requisitos para presentarse.
    • Procedimiento de inscripción.
    • Pruebas del proceso selectivo.
    • Cuando proceda, también se indicarán los temarios, méritos a valorar y demás trámites del procedimiento.
  • Plazas acumuladas: Una oposición puede incluir plazas de varias Ofertas de Empleo Público (referidas a un mismo tipo de plazas). Por ejemplo, si a una administración no le da tiempo a convocar algunas de las plazas ofertadas en 2019, puede acumularlas a las ofertadas en 2020 para hacer un único procedimiento selectivo (por ejemplo, una oposición). Aunque no es la regla general, es relativamente frecuente que sucedan estos casos.

  • Cobertura de plazas: La OPE recoge distintos tipos de plazas, mientras que la oposición se refiere solo a uno en concreto. Por ejemplo, la OPE del Estado para 2020 incluye plazas de Administrativo, Auxiliar Administrativo, Técnico de Hacienda, Auxilio Judicial y muchísimas otras. Sin embargo, en su momento, el Estado convocará una oposición separada para cada uno de estos tipos de plazas.

 

En resumen, la OPE es el documento que detalla las necesidades de personal de una administración pública y las plazas que se desean cubrir, mientras que la oposición es el proceso a través del cual se selecciona a los candidatos para cubrir esas plazas.