Proceso y dificultad real para obtener una plaza de funcionario
Obtener una plaza en la Administración Pública es un proceso arduo y laborioso que sobre todo implica mucha constancia, paciencia, voluntad y tiempo entre otras cosas.
Una Oposición es un proceso bastante largo (desde que sale la convocatoria hasta que tomas posesión de tu cargo pueden pasar hasta 18-20 meses), en el cual mucha gente abandona (bien sea porque se cansa, encuentra un trabajo que le satisface más, etc.), por ello es muy importante la paciencia, ya que en el fondo se premia a los opositores que siguen ahí (estudiando, claro).
Las pruebas en sí son difíciles, pero no tanto como la mayoría piensa. Como norma general es fácil aprobar, lo que es difícil es sacar buena nota, concretamente, la suficiente como para que puedas obtener una plaza.
Al finalizar una oposición nos encontramos con gente excedente que ha aprobado pero no ha obtenido la suficiente nota. Estas personas deben presentarse a otra oposición sin ningún trato favorecedor que les pueda otorgar el hecho de haber pasado ya una. Aquí, aparece de nuevo uno de los enemigos del opositor: el desánimo.
Las pruebas tipo entrevista y psicotécnicos de personalidad son unas pruebas de «criba», ya que en ellas no está en la mano del opositor pasarlas o no, sino que dependen de criterios subjetivos.
Otro factor a tener en cuenta son los puntos que reciben el personal que ha trabajado o trabaja para la Administración (interinos de menos de 2 años, laborales, eventuales, etc.). Estos puntos se suman a la nota que obtengan en el proceso, claro que también han de aprobar con un 5 mínimo (o nota la nota correspondiente que pidan) para que se adicionen.
Por ejemplo: aunque saquen un 4.9 y tengan 2 puntos en fase de concurso, nunca se sumaran para dar una nota de 6.9, sino que esta persona está eliminada. Claro que si sacan un 6.3 y tienen 2 puntos de concurso tendrán de nota final un 8.3 y pasaran por encima de aquel opositor que ha sacado un 8.2 de media en los exámenes.
A veces el número de personas que presentan la solicitud para una oposición puede ser un factor de desánimo. Pero este número en realidad es ficticio. Como norma general del 100% de personas que hacen la solicitud sólo se presenta un 60-70% al primer examen. Y sólo pasan este examen un 40-50% de los opositores que se presentan, ya que el resto va sin estudiar, solo «a probar si aprueban».
En definitiva: un buen puesto de trabajo y para toda la vida (como es ser funcionario) requiere un esfuerzo.
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