La entrevista – Introducción
Al igual que el test de personalidad, la entrevista personal pretende determinar el perfil psicológico del aspirante y su idoneidad para el lugar de trabajo vacante, y suele ser una de las fases clave dentro del proceso de selección.
M. Grawitz define la entrevista como:
“Método de investigación científica, que sigue una técnica de comunicación verbal, para recoger unas informaciones en relación con una determinada finalidad.”
De esta definición se desprenden dos hechos, que toda entrevista posee una consideración científica si utiliza una determinada técnica y que trata de comparar las características del puesto vacante y las de la persona que aspira a cubrirlo.
Siempre hay que tener presente estos dos hechos, y no considerar la entrevista como un puro trámite y algo absurdo. Al contrario, se debe tener plena conciencia del valor que entraña una entrevista en cuanto método tipificado por la experiencia profesional para la selección de personal, pero tampoco hay que atemorizarse pensando que es una prueba insalvable. Gran parte del éxito que se puede obtener en ella se debe a la seguridad de cada uno, al temor por lo que vaya a ocurrir en el transcurso de la entrevista.
Para el entrevistador es una fuente inestimable de información, ya que con la entrevista puede completar y contrastar los datos que ya tiene del aspirante; puede informar al aspirante preseleccionado sobre la actividad que va a desarrollar y le permitirá tomar decisiones basándose en los datos obtenidos.
Por todo ello hay que preparar a fondo esta prueba, hay que convencer al entrevistador de que uno mismo es la persona adecuada para ocupar esa plaza, y es lo que desde estas páginas se intenta llevar a cabo.
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