La oposición para convertirse en Policía Nacional en España es considerada un desafío notable debido a su proceso selectivo riguroso, aunque no es insuperable con una buena preparación. Las pruebas incluyen varias fases: exámenes teóricos, pruebas físicas, un test psicotécnico, una entrevista personal y un reconocimiento médico. Todos estos elementos son de carácter eliminatorio, lo que significa que los aspirantes deben cumplir con los estándares de cada etapa para seguir adelante​

La dificultad radica en la combinación de factores físicos, académicos y psicológicos. Por un lado, la prueba teórica consta de un examen tipo test de 100 preguntas sobre un temario amplio que abarca 45 temas sobre aspectos jurídicos, sociales y policiales. Por otro, las pruebas físicas incluyen ejercicios exigentes, como un circuito de agilidad, carreras y dominadas o suspensión en barra, dependiendo del género del candidato​

. La prueba de ortografía también ha sido motivo de controversia, ya que es muy específica y tiende a ser un factor determinante para algunos candidatos​

Sin embargo, en comparación con otras oposiciones del sector público, las de Policía Nacional tienen requisitos de entrada relativamente accesibles, como tener la nacionalidad española y el título de Bachillerato (o equivalente), lo que las hace atractivas para muchos. Las convocatorias suelen ser regulares, con un número elevado de plazas, lo que brinda oportunidades a quienes se preparan a fondo​

Para superar estas pruebas, es fundamental una preparación organizada que incluya tanto el estudio del temario como entrenamiento físico constante. Contar con el apoyo de academias especializadas puede ser de gran ayuda para gestionar la carga de trabajo y mejorar en áreas específicas​

. Con disciplina, compromiso y una estrategia de estudio adecuada, muchas personas logran ingresar a este cuerpo de seguridad.